En 1977, el Consejo Internacional de los Museos (ICOM) decidió que, tal día como hoy, se celebraría cada año el Día Internacional de los Museos. Todas las personas podríamos disfrutar de entrada gratuita en estos magníficos espacios cada 18 de mayo. El origen de los museos reside únicamente en la curiosidad humana y en su afán por recopilar, recolectar, admirar la belleza y, por desgracia, también la ambición de poseer y coleccionar. En Babilonia, la “Galería de las maravillas humanas” en el Palacio del Rey Nabucodonosor II (605-542 AC) ya recogía una selección de objetos robados y confiscados en guerras y batallas. Egipto reunió en sus pirámides una serie de objetos personales de las personas fallecidas para facilitar su transición y su supervivencia en el más allá. La Biblioteca de Ptolomeo el padre (I Soter 367-283 a.C.) y de su hijo Ptolomeo II Filadelfo (308-246 a. de C.), hoy en día reconstruida para admiración de los seres humanos, era como una escuela, un lugar de encuentro de la élite intelectual, los sabios porque cumplía las funciones de museo, salas de reuniones, laboratorio, observatorio y hasta de jardín botánico. Grecia también dispuso de sus espacios en los templos para deleite de poetas, artistas, filósofos y expertos en otras materias. Los lugares que exponían objetos y obras de arte empezaron a llamarse “Mouseion”, por su consagración a las “musas” inspiradoras y protectoras del Arte y de la Ciencia. Hacía las veces de poetas, artistas, sabios, en torno a salas de reunión, laboratorio, observatorio, jardines zoológicos y botánicos, al modo de las escuelas atenienses, como La Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles. Roma, cómo no, consiguió reunir enormes colecciones privadas producto de la guerra, como más tarde harían los señores feudales y, en el siglo XX, las tropas hitlerianas durante sus avances bélicos. Emperadores, generales, políticos, estrategas de todo tipo.. todos buscaban conservar objetos bellos para el disfrute y la contemplación. La Iglesia, igualmente formó parte de esa jerarquía social conservadora del patrimonio artístico. Personas con poder económico, mecenas de todo tipo, han invertido buena parte de sus riquezas en arte, ciencia o en coleccionar objetos de gran valor histórico.
Sea por esta esta pasión humana de conservar y poseer las cosas bellas y de “poseerlas”, sea por un afán pedagógico para adoctrinarnos o sea por una necesidad innata de no olvidar el pasado, el País Vasco reúne alguno de los mejores museos del país. El Museo de Bellas Artes de Bilbao, probablemente una de las mejores pinacotecas del estado donde las obras de arte ahora nos hablan con las letras del abecedario. Como no, el Museo Guggenheim, con una simbiosis magnífica de continente y contenido en la que destaca el espíritu de superación humano, tanto del arquitecto Frank Gehry como de los artistas que exponen en el interior y exterior. La Fundación Albaola en Pasajes, nos enseña cómo los balleneros vascos fueron capaces de navegar hasta el Islandia o la península de Labrador en barcos construidos en madera. La Fundación Chillida-Leku, reúne la colección privada del magnífico Eduardo Chillida que en su extensa obra escultórica nos acercaba al diálogo entre la masa y el espacio. No podemos dejar de mencionar el Museo Cristóbal Balenciaga en Getaria una auténtica sinfonía en torno al mundo del diseño, la moda y los materiales de la postguerra Europea.. mucho más que un museo de vestidos. No podemos mencionarlos todos, pero, sin duda todos merecen una visita con calma.. Casa de Juntas de Gernika, Museo Itsas Museo en Bilbao, Bibat en Vitoria que integra al Museo Fournier, gran fabricante de naipes que han recorrido el mundo de este a oeste, Artium en Vitoria, un magnífico concepto de arte contemporáneo.. y muchos otros.. dedicados al chocolate, a los trenes, a la fabricación de Boinas de lana.. etc…etc…
Cuando abrimos nuestra empresa, hace 27 años, comenzamos haciendo visitas a todos los museos de Bilbao, Bellas Artes, Museo de Reproducción Artísticas, Museo de Arte Sacro, Museo Vasco y el Museo Taurino. Gracias al equipo de la oficina de turismo de aquéllos tiempos que creyeron en nosotras y nos dejaron guiarles dentro de los museos. Gracias a las personas que participaron, curiosas, en todas las visitas guiadas que hemos hecho.. Gracias a quienes han contribuido a conservar, a ponen en valor el patrimonio y a promover nuestros museos que, hoy en día, son parte de nuestra vida, de nuestro ADN turístico. Sin ellos, no estaríamos aquí. Gracias!